8 de marzo de 2024

La belleza del autismo

En distintas formaciones sobre autismo que he tomado, he tenido que pasar horas escuchando un sinfín de adjetivos peyorativos.

Toda conducta autista, sea o no realmente dañina para la persona o los demás, es etiquetada como “mala”, “pobre”, “insuficiente”, “inadecuada”, etc.

El día de hoy les vengo a hablar de una perspectiva diferente, y para comenzar quiero contrastar dos anécdotas:

Siempre he tenido el manierismo de hacer stimming con mis manos. Cuando era pequeña mi mamá me decía “¡qué bonitas tus manitas!”, “¡es tan lindo cuando haces eso!”.

En cambio, cuando llegué a la universidad, un profesor (que no sabía que soy autista) señaló mi stimming
frente a toda la clase y dijo: “¿Ven eso? Eso no es más que otra forma de masturbación”, seguido de una larga explicación psicoanalítica de esta opinión.

¿Por qué lo que para unos es una aberrante forma de masturbación pública desempeñada por un psicótico para otros es simplemente una particularidad bonita?

¿Por qué no ver la belleza de nuestras diferencias en lugar de descalificar todo lo que es distinto?

En mi opinión, no hay nada más hermoso, y francamente interesante, que escuchar a un autista hablar de su interés especial, o ver a un autista no hablante explorar su interés especial. Es una de las formas de felicidad más puras que tiene la humanidad.

Ahora cuéntame en los comentarios:

¿Qué particularidad haces tú o el autista en tu vida que en realidad es hermosa, aunque a otros les pueda parecer extraña o incluso mala?