No generalices cuando hablas del autismo
El autismo es un espectro, por lo que cuando generalizamos podemos estar haciendo mucho daño. Frases como “los autistas tienen dones especiales” marginan a aquellos dentro de nuestra comunidad que se encuentran más discapacitados.
No todos los autistas son “superdotados”, de hecho, un poco menos da la mitad de nuestra comunidad posee algún grado de discapacidad intelectual.
La otra cara de la moneda también es muy dañina. Frases como “Los autistas necesitan que les hables despacio”, “los autistas necesitan que les tengas paciencia”, “Nuestros niños autistas nos enseñan que el amor no necesita palabras” genera infantilización, subestimación y rechazo para todos los que hablamos y no requerimos este tipo de acomodaciones.
¿Qué hacer?
Utiliza frases como “algunos autistas…” “hay autistas que…” “ciertas personas autistas…” para dejar en
claro que tu mensaje no es generalizable a todo el espectro.
Si trabajas con una población en particular, por ejemplo, si eres una institución que trabaja exclusivamente con autistas con características específicas como ser niño, ser no hablante y/o tener discapacidad intelectual, al dar información referente a la población con la que trabajas habla de “nuestros niños/chicos/autistas”, “Los niños/chicos/autistas que acuden a nuestra organización”, “los niños/chicos/autistas de nuestra organización”.
Más que enseñar a las personas a reconocer el autismo en público, e invitarlos a no juzgarnos por ser autistas, invita a las personas a no juzgar a los demás. No todo el autismo es fácilmente identificable, pero la gran mayoría de los autistas experimentamos el juicio de los demás cuando rompemos alguna norma social. No necesitamos que sepan que somos autistas, necesitamos que la gente sea más tolerante y deje de juzgar tanto.